Enero es un mes sobrevalorado, lo pienso al ver casi cada tienda de cada centro comercial de cada zona que visito en estas fechas. Cientos de personas van y vienen ensimismadas, planificando sus compras y lógicamente sus presupuestos ya que muchas de éstas no tienen la libertad que quisieran para enfrentarse a esta "cuesta". Mucha gente compra perfumes, ropa, libros, videojuegos... Últimamente tienen mucha fama las "experiencias" para tener un abanico muy amplio de opciones a elegir.
Los criterios son muy variados: satisfacer los caprichos propios y ajenos, agradecer un año de esfuerzos o de insistencias, mejorar la conciencia o simplemente demostrar. Demostrar aprecio, afecto, agradecimiento y también amor. Es una curiosa manera de demostrar todo aquello que queremos decir pero que quizás a veces no decimos por falta de tiempo o quizás de coherencia con nuestro estado de ánimo o nuestra situación en algún momento dado. Porque hay mucha gente que recibe mucho estando mal pero después se recupera y no muestra todo aquello que puede estar sintiendo y que en, su justa medida, puede ser más valioso que cualquier regalo material.
Aconsejo a tod@s que dosifiquen sus compras para no arrepentirse el mes próximo de los números rojos que puedan aparecer por la falta de planificación. Y sobre todo animo a todos y a todas a que no se pongan límites en regalar sonrisas, palabras de afecto y momentos que puedan ser los mejores regalos para su entorno y ell@s mism@s. Existen muchos regalos, muy especiales y sin gastar dinero.
La próxima entrada la dedicaré a describir algunos "regalos" que podrían ser realmente adecuados para demostrar mucho.
¡Hasta pronto amig@s!
Sergio.
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