Érase una vez el norte de Asturias. El invierno había dejado mucho frío, aire gélido y un ambiente triste.
Eso debió pensar el chico, caminando por la calle cuando vio a una chica caminar a su lado en silencio, sin ni siquiera mirarle. Él siguió caminando, un poco ajeno a ella, porque no la conocía de nada pero sí que quiso decirle algo cuando se fijó en que estaba llorando...
Siguieron su camino sin mirarse, y de repente la chica se giró.
-¿Sabes que hoy tuve un mal día?- dijo, con lágrimas en los ojos marrones.
-El chico se quedó perplejo, miró a todos los sitios por si no le hablaba a él, pero no había nadie, así que intentó despejar su mente, y decir de la manera más amena posible.
-Puedo ayudarte en algo?
.... Continuará
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