Siento miedo y cierro los ojos. Me arropo con mi ropa, me cobijo conmigo mismo. Pienso en lo mal que va todo, en que no tuve suerte, en mi destino, frío, sin rumbo y negativo. Dejo vagar mis pensamientos tristes, pensando en que nada se solucionará, que todo seguirá así o empeorará...
Pero de repente oigo su voz, y me doy cuenta de que no todo tiene por qué ir a peor... Sé que todo mejorará.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)