Caelum Albus

Un lugar donde ver, pensar, reflexionar, compartir, y sobre todo, creer...

sábado, 13 de noviembre de 2010

Te agradezco tanto..

Me siento feliz, por ese tiempo que pasamos juntos. Recuerdo perfectamente aquel día, nuevo, auténtico, para nada planeado, sencillo. Ese día en que te vi por primera vez, en aquel lugar, con esa sonrisa pintada en tu cara y que no se iría en los próximos días, cuánto añoro esa sonrisa.

Recuerdo perfectamente que me fui, tenia cosas que hacer y muchas cosas en mente. No tenía tiempo para fijarme en nada ni para pensar. Pero cuando me detuve y lo hice: fue un pensamiento simple, que visitó mi cabeza varias veces ese día.

Pasó el tiempo, no demasiado, porque por aquel entonces mi vida se antojaba lenta y calmada; yo agradecía esto, porque estaba disfrutando bastante de cada mañana, cada pequeño rayo de sol que atrapaba para mí, cada sonrisa que veía entre muchas caras tristes, cada nuevo rostro en aquel lugar que me parecía cada día más familiar...

Y un día logré verte. Ibas acompañada, y gracias a un amigo, o el destino o a lo que quieras.. pude hablar contigo. 

Ese fue el primer día juntos, y por suerte no el último.

Los días juntos se continuaron. Tú me parecías una chica no uno, sino varios escalones por encima de mí, y sin embargo nos tratábamos como iguales, aunque hubiera alguna que otra diferencia notable entre nosotros.

De esta forma te convertiste en una buena amiga, a la que apreciaba, y que me alegraba ver en los ratos que tenía libres en aquel lugar tan atestado de gente.

Un día, casi sin quererlo, nos vimos en una situación en la que al menos yo, no sabía como actuar. Era un momento decisivo, importante para mí. Para ti simplemente era un momento, se te veía tan relajada...

Pasó una hora, dos, tres... Y yo me sentía cada vez más unido a ti, y menos impresionado por ti. Me parecías una chica ya no tantos escalones por encima. Porque me había dado cuenta de que quizás yo podía subir unos escalones si me lo proponía, y estar a tu altura.

Y entonces poder mirarte a los ojos y besarte.

Y tú me respondías con una mirada, dulce y atrevida, cariñosa y de enfado, en un perfecto equilibrio, debido a mi actitud, de joven inmaduro y espontáneo; pero como sabes también responsable y con las ideas ordenadas: cuando tú no estabas conmigo.

Podría decirse que formábamos una sociedad interesante, con nuestras cosas en común, que eran algunas, y otras tantas diferencias, aunque si te soy sincero no me viene a la mente ninguna...

De esta manera, cayó la noche, pero yo me sentía con una gran luz cegadora dándome en la cara, la que desprendían tus ojos cuando se acercaban a los míos..

Pasaron los días, te veía, me veías, nos veía toda la ciudad, como a dos jóvenes sinceros, agarrados de la mano atravesando coches y personas para encontrar un hueco donde estar juntos, y poder establecer contacto visual de nuevo...

Tengo tanto que agradecerte... Me has hecho sentir algo que hacía mucho que no sentía. Aunque pensándolo mejor nadie me ha dado nunca nada de la manera en que tú lo hacías. De una manera desenfadada, cariñosa, atrevida, cauta a veces, espontánea y calculada... volvemos a tu perfecto equilibrio...

Muchas veces me asomo a la ventana, y no puedo evitar sentirme mal, porque por circunstancias que tú y yo sabemos no puedo mirarte a los ojos muy a menudo... Pero he comprobado con el tiempo que si cierro los míos, y me concentro lo suficiente, soy capaz de recordar cada momento pasado juntos, cada mirada que me dedicaste, cada abrazo, saludo, cada beso... tierno, lento, tranquilo, sentido.. ; cada insignificante detalle que aprendí de ti pero que poco a poco se convertían en detalles mayores, que aprendí ese tiempo, en aquel lugar, con toda la gente que había por allí...

Tengo mucho que agradecerte, muchas miradas que devolverte, muchos abrazos que darte, si te apetece muchos besos que darte y muchos detalles que mostrarte. Además que tengo mucho cariño que demostrarte.

De esta manera no me siento mal, te recuerdo, te tengo en mi cabeza, donde somos tú y yo, pensamientos que viajan de un lado a otro juntos.

Se me olvidaba decirte; me hablaste una vez del fenómeno de acción-reacción, donde ocurría algo que desencadenaba que ocurriera otra cosa... Si te llamo, ¿vendrías? Si pido un deseo, ¿se cumplirá?

Eres un gran recuerdo, una experiencia muy bonita vivida, pero sobre todo eres tú, esa chica tan especial..

Deseo poder verme reflejado en tus ojos muy pronto, con todo lo que eso implica.

"Derecho al delirio"

"El derecho al delirio", de Eduardo Galeano.



http://www.youtube.com/watch?v=a_tW9WJUVdw



Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:


el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;
los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

...

A veces he soñado con ser otra persona. Con poder tener otra vida, vivir en otro lugar, levantarme cada día, y ver algo diferente, algo nuevo. Caminar por ese sitio que no conocía, admirando cada detalle, cada esquina, cada tejado, cada suelo, cada rayo de luz entre las nubes de ese nuevo lugar.

Pero después pienso en amar a otras personas diferentes, personas que no serían como ninguna de las que conozco, y a las que quiero...

Entonces despierto, y sigo con mi vida, conocida, de siempre, monótona, dificil, fría a veces, y otras cálida e intensa, repleta de gente y a veces solitaria... y querida.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Luz y Oscuridad

-"Gracias, que tenga un buen viaje."- fue la única respuesta que recibí de la chia de ojos oscuros y uniforme verde al expedir mi billete. Miré el reloj, y no disponía de demasiados minutos, así que salí corriendo sin pensar, y sin detenerme cuando la chica me gritó algo por encima del ruido de la gente en un día normal, un treinta y uno de Octubre de un año cualquiera..

Continuará