Lunes

Ayer fue un mal día. 

Lunes, cargado de pensamientos negativos por ser: el primer día de la semana, un día gris y lluvioso que invita a quedarse en casa relajado pero por el contrario hay obligación de andar corriendo de un lado para otro. Un día en el que se reciben varias malas noticias, se padece de varios problemas que fastidian, poco tiempo para el ánimo y poco ánimo en todo ese tiempo, ese largo día. Un día que no pasará a la historia, que no será recordado por nadie y que no guarda casi ningún buen recuerdo que llevarse al siguiente día... 

Lunes, un día en el que mucha gente tuvo que madrugar, tuvo que acudir a sus obligaciones, tuvo que salir con prisas, tuvo que aguantar un rato de atasco, tuvo que rechazar algún deseo que aparecía emergente pero que no era posible llevar a cabo por ser el primer día de la semana. 

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Es el primer día y ser el primero es motivo de orgullo, siempre han dicho que es la mejor posición. Sin embargo en este caso, el pobre Lunes se lleva todas las críticas del mundo por ser el primero, por presidir la semana, por dar paso a los siguientes días que gozan de una mejor fama a pesar de sus posiciones más alejadas de esa primera posición, la misma posición que en otras disciplinas sería motivo de medallas y trofeos.  

Pese a todo esto, sí que también se recuerdan algunas palabras de ánimo en medio de todo el estrés propio de un Lunes. Sí que se recuerdan sonrisas, alguna broma hecha con buena intención, algún que otro momento de complicidad, de cercanía, de relajación, de descanso y de bienestar. Porque hay gente que sin saberlo actúa como una fuerza que contrarresta la negatividad de los Lunes, el desánimo de no conseguir lo que pretendemos o el pesimismo por los momentos inciertos que están por venir.

Hay gente que, casi sin pretenderlo, tiene más fuerza que el primer día de la semana. Es gente que alegra, que hace reir, que anima un pésimo día, que da más sentido a lo que estás haciendo, que apoya lo que planeas hacer, que confía en lo que haces, que desea que logres tus metas igual que tú o incluso más y actúa como impulso. Gente que forma parte de tus malos días y que hace que te plantees: 

Quizás estos malos días deben estar ahí, quizás desde que hay malos días se valora más a esa gente que trabaja sin descanso combatiéndolos y que te ayuda haciéndote saber que, ayer Lunes, pudiste tener un mal día, pero que hoy, Martes, el contador se pone a cero y comienzas de nuevo. 

Y hoy Martes puede salir bien todo aquello que no salió ayer y también hoy puede ser un buen día para dar las gracias a todos aquell@s que ayudan a combatir los dichosos Lunes, 

Nuestro enemigo, el Lunes... quizás se sacrifica en el primer lugar de la semana con la función de que se valoren más los demás días. Además, éstos ganan por mayoría de 6 a 1. Quizás necesitemos malos días y malos momentos para aprovechar realmente los buenos y para que éstos tengan aún más poder. 

Porque el Lunes ya es pasado, os deseo un buen Martes.